Fuera de palacio de Gobierno, más de 300 mujeres de diversos colectivos feministas se reunieron, alrededor de 15 mujeres de diversas edades mayoritariamente menores de edad, decidieron tomar el megáfono y contar su testimonio citando nombre y apellido, fecha y parentesco con los agresores que dejaron marca en su vida. Invitando a las mujeres policías a dejar su puesto y unírseles en un acto de sorodidad, recordándoles que ellas también son mujeres, madres, hermanas e hijas.